Cogimos
el tren en dirección Gijón desde Laviana una fría mañana de primavera, y nos
bajamos en el fantasmal apeadero de Curuxona, entre la niebla matutina y un
casi imperceptible orbayu.
Estamos
en el viejo valle de Candín, en Siero, limítrofes con Langreo y cerca de Tuilla, en una tierra antigua repleta de elementos
oxidados y enterrados entre los bosques, olvidados en los caminos.
Antaño
la minería, como en general en toda Asturias, propició en este lugar una
intensa actividad industrial, económica, política y social. Ahora solo queda
esto, una ruta nostálgica apenas recorrida que reverdece y se marchita en el
ciclo indiferente de las estaciones, un lugar que va acumulando hojas sobre
hojas cada otoño, hojas que se funden en tierra sobre las cunetas y tierra que abona las zarzas, y bosques que
abrigan los pedazos huérfanos de un mundo pasado.
Se dice que fue en esta zona donde se descubrió por primera vez el carbón en Asturias, después de un incendio que hizo salir a la superficie una veta de carbón.
El mechero de Saús es una grieta subterránea a las profundidades carboníferas por donde asciende un gas (grisú) que, inflamable, lleva ardiendo durante décadas.
La llama imperenne.
Las pintadas en derredor de la hornacina no hacen sino atestiguar la ruptura total de generaciones. Jóvenes que no comprenden un mundo pasado que no está en el presente, del que nunca apenas se les ha hablado. Son otros tiempos.
Ellos ya no entienden el mundo. Ellos
vienen aturdidos de un tiempo duro pero ingenuo.
¿Quién tomó la risa y se llevó el encanto,
quién hizo los días grises
y formó la sombra que nos cubre con su oscuro manto?
Quizá el paso de los días.
Hablan y hablan, con la pinta densa y caliente
en el poso del vaso, sobre la barra del bar,
de un gigante llamado HUNOSA, ya mítico ente...
Por Guillermo M.A. ("Quizá el paso de los días")
You are welcome to Saús...
Atravesamos
carreteras solitarias y orilladas de profusa vegetación, flanqueadas por musgo
en sus márgenes, carreteras que fueron, hace mucho tiempo, importantes vías de
comunicación en el proceso de extracción del carbón.
Pasaremos a través de senderos que discurren por bosques de castaños, robles, avellanos...y toparemos restos de minería: lavaderos, lampisterías, cintas transportadoras, raíles...
El pozu Mosquitera, desde el que podríamos empezar la ruta, se perforó después de la guerra civil, pero fue cerrado a finales de los 80 tras un grave incendio. Varios mineros fallecieron en este trágico suceso y docenas fueron heridos tras la inhalación del espeso y tóxico humo que provocó la quema de unas cintas transportadoras de carbón.
Cuentan que aún hoy arde en las profundidades el carbón.
Cuentan que aún hoy arde en las profundidades el carbón.
VIDEO ACCIDENTE POZO MOSQUITERA:
https://www.youtube.com/watch?v=kHfFLAZ84uE
https://www.youtube.com/watch?v=kHfFLAZ84uE
Enorme nave del Pozo Mosquitera
Moderna torre de extracción de Mosquitera
Y no, no son los sótanos de las instalaciones de Chernobyl, es Mosquitera.
Pasarela a resguardo.
El pozo Mosquitera I. Tras su cierre a finales de los 80, el carbón de la zona fue extraído mediante galerías profundizadas desde otros pozos de la zona de Siero.
(...)caminemos por los tejados de los pueblos de las colinas del valle minero que
se jalonan riachuelos arriba con inverosímiles arriates, contemplemos
La Ciudad. ¿Qué parte imborrable de esta urbe recuerda el cénit de
Papá HUNOSA?; en lo lejano, castilletes en la oscuridad…
Por Guillermo M.A. ("Angie II")
Solvay II
La profusa vegetación se hace dueña de las colinas, ocultando ruinas industriales y escombreras
Parte de la ruta va por carretera, pero no hay de qué preocuparse, apenas uno, dos, tres coches a lo sumo pasarán.
Los enormes cables y la pesada maquinaria parcialmente
oculta entre el crecimiento de la Naturaleza; ¡helechos, raíces, tornillos,
metálicas marañas, alambres, ladrillos, hojas, barro, troncos, compresores,
carbón, piedra, flores, caracoles, bombas, enormes cabestrantes, palas
cargadoras, juncales, avellanos, robles, ruedas,
vagonetas
volcadas, castilletes mineros entre los valles entre las zarzas entre los ríos
entre las praderas!
¡las antiquísimas junglas que hoy son negros
inframundos! ¡la llama rosa madre vapor!
por Guillermo M.A. ("Asturias Steampunk")
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