jueves, 21 de mayo de 2015

Brutalidad Policial (An Angel rides at midnight III)





-Está bien, cabrón- dijo el policía gordo rebuscando en su bolsillo

Witt, mientras tanto, esposado a la silla de interrogatorios, lanzó un escupitajo rojo brillante al suelo. El policía sacó una foto en la que salía él mismo rodeado de varios compañeros suyos en un jardín, con una barbacoa. También aparecían en la foto una mujer y dos niñas pequeñas sonrientes.

- ¿Ves esto, lo ves?, éste de aquí es Joseph Laughton, y era mi amigo, además de compañero de trabajo. Y esta de aquí su viuda, con sus dos hijas, ahora huérfanas.

-Bonita historia- contestó Witt, y recibió un nuevo puñetazo que resonó como un chasquido por toda la sala.

-Escúchame hijo de perra, Joseph Laughton tenía una familia, era un buen hombre americano, y murió abrasado vivo dentro del coche patrulla cuando un miserable psicópata le embistió en la carretera de Ojai Valley. Queremos saber quién era ese conductor y si es el mismo que está causando accidentes de tráfico por toda la costa Oeste, además tenemos certezas de que es alguien de los vuestros y …

-No- respondió Witt, esta vez muy serio – .No es de los nuestros.

Los policías de la sala se miraron unos a otros.

-Todo lo que sé es una mierda, pero si de algo estoy seguro, es que ese psicópata que perseguís no es un Hell´s .





De repente la sala de interrogatorios se abrió y una joven policía entró con gesto preocupado. En una mano llevaba una carpeta, la cual alzó para hacer visible a los allí presentes. Su mano morena destacaba contra el fondo color crema apagado de la carpeta.

-No es un psicópata, es una psicópata- dijo la mujer policía.

-¿Una tía es la que se está cargando a vuestra gente?- estalló en carcajadas dementes Witt, y un policía rubio entonces le propinó dos brutales puñetazos en el estómago y le hizo callar, doblándole sobre la silla.

-¿Qué tienes, Lorenna?- preguntó el jefe de policía que había estado observando todo.
-Algo. Más bien nada. Pero de algunos de los interrogados, hay algo común en sus testimonios: quien conducía los coches que les hicieron salirse de la carretera parecía ser una mujer.

-¿Se trata de un coche diferente en cada ataque?-

-Buena pregunta, jefe. Aquí viene lo bueno: parece ser que casi siempre es un coche diferente, pero de los interrogados que sufrieron accidentes durante el último mes, hay dos que refieren haber visto el mismo coche, un ´Cuda Plymouth 71. Creo que puede ser…significativo.

-Algo es algo…

-Al presidente Carter le ataca un conejo de pantano, y al departamento de policía de Los Angeles se le va de las amnos una loca al volante jajajaja

Un nuevo puñetazo, esta vez del jefe de policía, deja inconsciente a Witt.


-Aquí hay algo que se nos escapa- murmuraba el jefe, acariciándose los nudillos de la mano con la que había golpeado a Witt, con expresión pensativa.



lunes, 18 de mayo de 2015

Midnight

Aún retumba su presencia en la noche de las 

enormes ciudades decadentes,

Babilonias sobrehumanas donde escucho 

su siseo como lluvia fina entre neones

a través de los signos de los sueños

Me pasaré toda una vida

intentando comunicar lo que no se descifrará

hasta dentro de varios siglos...

GMA



viernes, 15 de mayo de 2015

Like an eagle - (An angel rides at midnight II)



“Sabes, si nunca te ha ocurrido, es que entonces no eres buen escritor. No pocos artistas se enamoran de sus propias creaciones. Hay algo de ego en eso. El problema es cuando creas un personaje que te supera. Se afianza ahí, en lo más profundo de tu pensamiento, esperando que le saques a la vida mediante las palabras y las historias. A veces se ponen pesados, y no dejan de gritar por las recoves de tu mente “escribe sobre mí, vamos, vamos, escribe sobre mí”. Yo creo que, de alguna manera, ellos siempre han estado ahí. Antes de que existiéramos siquiera. Eran como espíritus, ideas fantasmales que vagan a través de la energía y los memes culturales. Nosotros tan sólo los interpretamos a través de nuestras obsesiones y deseos, y los transcribimos mediante nuestra idealización personal.”

Guillermo Méndez Álvarez en “Apuntes para una teoría de los 80”



Una simple autopista separa Downtown del barrio negro de Watts y del feudo hispano de Boyle Heights. Alguien conduce desde aquí hacia el centro de la ciudad, a través de las zonas controladas por los "Evergreen", los "Maravillas"...
Destellan los drive-in.

Como un halcón sobre la ciudad, saliendo a cazar cada noche, Evangelina Wassertrum es un puro impulso mecanizado recorriendo las nocturnas calles y autopistas de Los Angeles.

Su mente ordena a sus manos moverse, y se mueven, entonces quiere mirar por el retrovisor, y su cuello se mueve; de la misma manera, como perteneciente a un todo integrado en carne y metal, el Plymouth Barracuda gira a una dirección concreta, acelera, frena, bufa con exceso de RPM o va marcha atrás según su cerebro humano ordene, transmitiendo la orden de información eléctrica a través de los circuitos de sinapsis, los músculos, la caja de cambios, la transmisión, el mismo automóvil.  


BRUUUM BRRRUMM




No importa la canción del mariconazo filogay de Dennis Parker. Tampoco el austero interior de coche stunt del Barracuda. Ni el casco rojo sangre adornado por un águila nazi, ni su estética de chupa de cuero, pinchos y reverso de los Hell´s Angels. Mucho menos su cara bonita de niña mala cuando clava la mirada en el espejo retrovisor. Y por supuesto, el olor a hamburguesas aún impregnado en la ropa sucia que está tirada sobre el asiento trasero, importa cero.
Su sangre es gasolina, el movimiento del Barracuda su voluntad, y el brillo de los neones la orienta a través de la jungla.
De alguna manera a ella le gustan los altos rascacielos, los suburbios, las luces fosfóricas multicolor de los cines X, los pubs, los graffitis revueltos, el boulevard tostado y el bullicio de personajes variopintos de la vida nocturna de Los Angeles.

Podría sentirse sola. Y podría llamar a Mary. O a David. O simplemente irse a tomar una copa a un bar. Su cara bonita haría el resto. 
Defíname usted el concepto de soledad.

¿Por qué no buscar una presa en alguna solitaria carretera a las afueras, y después irse a tomar unos tragos a algún antro de los Hell´s donde seguramente escucharía a los Rolling Stones y podría vivir pequeñas cosas extrañas que recordar con encanto cuando amaneciera en su cuartucho de motel barato encarando la resaca y el día a día demoledor de un país devorado por el capitalismo, y a la vez por el ansia de disfrutar la vida.

Pero no, ella no se siente sola. Está rodeada de millones de personas, cada una con sus locos deseos de vivir y sus locuras y miedos y sueños, en la sobrecogedora noche de Los Angeles de un tres de Julio de 1980. Evangelina Wassertrum nada como un tiburón de metal a través del variado acuario de la nightlife californiana, y se siente inmersa en un oscuro océano que irónicamente brilla con un fulgor entrañable, nostálgico. Como si intuyera la fuerza y el carácter irrepetible de la época y el lugar donde ella ahora existe. Suspende su mente y fluye en ese tiempo de casettes y neones rosas chillones, a través de las calles de Los Angeles, conduciendo su Barracuda.

Evangelina cierra los ojos y siente las luces de la carretera, suspende su pensamiento mientras conduce con el subconsciente y se eleva por encima de la ciudad. Entonces ahora ve a la ciudad desde el aire, como si fuera un ojo divino que escrutara desde las tinieblas de la noche, por entre los rascacielos, a través de ellos, pudiendo estar en todas partes.

Un Plymouth Barracuda se detiene en un STOP.

Evangelina abre los ojos, y respira profundamente, aferrando con fuerza sus manos, enfundadas en guantes de cuero con nudillos de hierro, al volante. Se siente más viva que nunca.
LUZ VERDE. El halcón despega de nuevo.


Cada uno en este mundo tiene su manera concreta de redimirse ante El Todo.



miércoles, 13 de mayo de 2015

An Angel rides at midnight


15 de Mayo de 1979

Odiado diario de mierda, cada vez que se apagan las luces del publicitario de la hamburguesería y termina mi extenuante jornada laboral, siento que me falta el aire. Me caigo sobre el asiento de mi coche, jodidamente cansada, harta, apestando a puto aceite refrito. Y pienso muchas cosas.

Me he pasado toda la puta infancia y adolescencia soportando reprimendas y castigos de adultos que insistían en que no tenía futuro alguno de seguir el camino de la delincuencia y la rebeldía, que sería una fracasada. Vale. Me reconduzco hacia una vida de correcta ciudadana, ¿y sabes?, ahora sí que me siento una puta fracasada de verdad. El olor del fracaso es este jodido pestazo a grasa, a cocina.

No siempre es fácil encarar los aledaños de la cuarentena cuando estás atrapada en un trabajo pringoso, indigno y malpagado. ¿Estudiar?, oh lo siento hay que pagar las facturas, y la productividad maravillosa de la Lazy Ox Canteen exige 10 horas de jornada laboral. 1.14 dólares miserables la hora. Debería ganar el mínimo, joder, 3.14 dólares. Juró que algún día sumergiré al gerente en la freidora.

Estás ahí, al jodido otro lado de la barra, sirviendo menús (¡MUEVE TU CULITO NENA!), en la cocina, atrás y adelante todo el santo día.

Intento algún plan más allá del resarcimiento salvaje de un fin de semana libre, pero nada prospera.

Hice lo que se suponía que debía hacer, dejar el robo de coches, las pandillas, los líos. Ganarme la vida de manera honrada. Pero qué te voy a contar, queridísimo diario de mi vida, veo a mucha gente de éxito por aquí en Los Angeles, y adivina; muchos son criminales, traficantes, políticos corruptos, niños de papá, putas de alto standing, judíos especuladores. ¿Son ellos gente honrada? Al diablo con todo.

Estoy hastiada de chulos y camellos, y la idea de buscar algo de estabilidad con un hombre patético o desesperado como ha hecho mi compañera de trabajo Mary, me deprime.

Enciendo el motor de mi descafeinado Nissan Datsun B210 (¡que le jodan a Ford!) y entonces me relajo, mi cabeza se vacía completamente, y fluyo como fluye la gasolina a través de los intestinos metálicos del sedán. Ya lo sé. Son 60 cv de potencia de mierda, pero me ahorro combustible, y eso, odiado diario, beneficia mi mermada economía.
Conduzco. Suspiro. Me olvido del Lazy Ox Canteen.
Suspiro. Conduzco. Siento como una ansiedad que me pica con querer vivir algo más, no sé, algo grande.
Y es que hay algo más allá de la chispa de ignición que se enciende en mí cuando mi mente se traslada al asfalto caliente…







24 de Mayo de 1979

Para una Burguer girl, un buen día es aquel que te llaman “muñeca” “cara bonita” “buen culito”. Cuando alguien sugiere que te faltan tetas o que pareces una amargada por la cara que llevas  tras diez horas sirviendo hamburguesas…esos son los días normales. ¿Los días malos? JÁ.


3 DE JUNIO DE 1979

Mary, mi compañera de trabajo, se esfuerza en sonreír ante Marky, un joven italiano asquerosamente gordo e increíblemente grosero, producto de ser un niñato arropado por  su padre mafioso, un tal Aldo Castoro, cuya familia está vinculada en amistad con el abogado del distrito de marras.
Viene aquí todos los Jueves, con algún amigo matón y alguna que otra puta jovencita de ocasión, a comer hamburguesas de ternera mientras nos grita bromas u órdenes con arrogancia y chulería y se mueve con esa desagradable velocidad de los obesos en exceso.
Sabe lo que somos en este país y lo que se espera de nosotras: trabajar de camareras, aguantarles, servirles la comida con una patética sonrisa Ronald Mac Donald. Yo le regalo la sonrisa de IT. Que se joda.


10 de Junio de 1979

Recuerdo que, a pesar de que era una niñata pálida y flacucha, en Trenton la pandilla del barrio me respetaba. Sí, bueno, una vez robé un Edsel Pacer del 58, y eso me dio reputación entre los chulos de más años que capitaneaban a los chavales de mi calle, pero de todas formas me ganaba el respeto porque nunca dejaba pasar una. A nadie. Con los años una se vuelve una cobarde. Ya no puedes sacar las uñas 24 horas al día, y agachar las orejas, acaba siendo increíblemente natural y aceptado.

Hoy el cerdo de Marky me ha llamado sifilítica perdida y le he tenido que parar el carro. Todo por un puto té y las nubecillas de leche. Él y la putilla que le acompañaba se pusieron como locos conmigo cuando devolví las imprecaciones, y entonces el tema se calentó y acabé con aquella zorra por el suelo. Mary no sabía ni que hacer. Nos separaron, el gordo me llamó de todo mientras Oliver el gerente le intentaba calmar, todo el mundo nos miraba y yo  me veía despedida.
Sorprendentemente Oliver no me ha echado del Lazy Ox. Me ha caído una buena, pero aquí sigo. Supongo que Marky tampoco le caía bien a Oliver.
¡CUANDO VUELVA NO QUIERO QUE ESA HIJA DE PERRA ESTÉ AQUÍ TRABAJANDO!
Será cabrón, será cabrón.

P.D. Marky tiene un Ford Pinto…

22 de Junio de 1979

Hoy ha sido LA NOCHE.
No puedo describirlo todo (imagina, querido diario, si la poli te captura).
Además son las cuatro y media de la madrugada y estoy muy borracha.
Todavía muy borracha.
Acabé en una fiesta extravagante en un antro de Compton. Recuerdo a una tal Violeta y a una amiga suya, pagándome jelly shots con absenta y contándome algo sobre un garito de pescadores en Terminal Island reconvertido en local de raves. Debían ser unas bolleras de mucho cuidao.
Escapé afuera del pub y las cabronas seguían dando la tabarra con mi cazadora de cuero.
Entonces vi al gordo. Al gordo. A Marky. Salió de la nada, creo que de un bar que hacía esquina con Alondra Boulevard. No sé, eso no importa.
Montaba con una chica en su Ford Pinto amarillo, tambaleándose de puro gordo y de borracho y la gatita se le enroscaba.
Violeta y su amiga quedaron flipadas cuando me lancé como un puma sobre mi Nissan Datsun, dejándolas con su retahíla incomprensible de palabras sobre temas intrascendentes en la boca, y descolgándome por la ventanilla y arrancando BRUUM BRUUM BRUMM M




Las luces de Los Angeles brillaban.
Cómo brillaban.

Escalofríos de una libertad prohibida recorrían mi médula BUF
BRUUMMM Moderé la velocidad y la actitud al volante. DE MOMENTO.

Marky ya había enfilado la general del Boulevard.
Y YOTENÍA POCAS POSIBILIDADES CON EL DATSUN B201.
Pero ÉL iba borracho, y yo BRRRUM BRRUM BRUMM

¿Entendéis lo que os digo? Ése BRUUMMM BRUMM que es como una ballena resoplando al ritmo de un tsunami acercándose a la indefensa costa. OH QUE JODIDAMENTE BORRACHA ESTOY TODAVÍA.
Y PLETÓRICA.
El gordo se cogió la 91  y salió de ella a la altura del parque regional de Yorba, en dirección seguro a algún chalé de Chino Hills.
Y entonces en la aturdidora noche de la venganza y la locura, me lanzé como un tiburón con toda la poca potencia de mi jodido carro.
¿Sabéis que un Ford Pinto es como una trampa de gasolina volátil sobre ruedas? Da igual lo que dijera ese puto judío de Milton Friedman, el Ford Pinto era una pira funeraria en potencia. La Ford misma creo que fue acusada de homicidio o algo de eso por culpa de ese puto modelo de coche.
BRRRRRRUUUUUUMMMMMMMMM
LA GASOLINA TRAS EL EJE TRASERO FLAMMMMM
MARKY SE SALE DE LA PISTA
UNA BOLA DE FUEGO
Por el retrovisor, veo el destello flamígero por el retrovisor.
Me escapo por la secundaria que me saca de la urbanización hacia Fullerton, la radio…
POR LA RADIO la voz de la furia irlandesa rabiosa OH GRAN Luke Kelly con Whiskey in the Jar
Conduzco temblando
No estoy segura de quién he sido durante la última media hora

Yeah, musha rain dum a doo, dum a da, ha, yeah
Whack for my daddy, oh
Whack for my daddy, oh
There's whiskey in the jar, oh

Yeah, whiskey, yo, whiskey
Oh, oh, yeah

Oh, oh, yeah




domingo, 3 de mayo de 2015

YOUR SEX IS A DREAM

Gateway Hospital & Mental Health Center
( LOS ANGELES)

Echo Park
1891 Effie St
Los Angeles, CA 90026
Phone number (323) 660-8852




Justificación: Psicología criminalística
Paciente Nº 37
Psicopatología: Psicopatía. Conductora asesina sin indicios disociativos.
Título: Evangelina Wassertrum – 34 años – natural de Nueva Jersey?
Razón: Proposiciones horizontales en la comisión de investigación de la Nº37
Detalles: URGENTE – Fugada y en busca y captura por la Ley

Con fecha 10/ 26/1981


Bueno Murray, se trata de cuatro trabajadoras sociales y una enfermera asignada desde Florida. Todas ellas llevan desempeñando sus labores asistenciales  entre diez  y veintitrés años. En una carta remitida al presidente de la institución federal, los jefes de la Unidad de Salud Mental pertinente refieren la responsabilidad de estas mujeres.

Ya sabía yo que iban a rodar cabezas con la fuga de Evangelina. No me parece justo en absoluto, más aún cuando los responsables de la compañía de seguridad se han ido de rositas. Ya sé que ese pobre hombre de Servymax al que la Nº37 asesinó en su fuga es algo lamentable, pero indiferentemente a la negligencia del fallecido, la compañía debería tener alguna responsabilidad en el asunto.

He hablado con la doctora Bernat sobre todo esto, y no ha querido pronunciarse. Me da la impresión que no le interesa en absoluto cómo ha ocurrido el incidente, pero se muestra muy preocupada por lo que significa tener a la Nº37 de nuevo en las calles.
Parece ser que Evangelina Wassertrum trabajaba en una hamburguesería (Lazy Ox Canteen, en el 241)  al menos durante el año inmediato anterior a su detención. La doctora Bernat ha solicitado hablar con el propietario del local para investigar más a fondo el perfil de la paciente.

Nada fuera de lo normal. Ése es el diagnóstico concluyente  tras hablar con el reducido número de personas que la conocen. Alegre, amable, con buena salud, trabajadora y disciplinada. Así la relatan todas las personas entrevistadas. Sobra decir que, si Evangelina se movía entre dos mundos, el día y la noche, la USM y la policía tan sólo habían llegado a entrevistar a aquellos que la conocían en un solo mundo, el del escaparate de la sociópata: el del día, como joven camarera.

Tenía que haber alguien en el mundo de la noche, que era donde la paciente desarrollaba sus actividades criminales, que la conociera.
Y entonces llegamos a David Fetch, regente del Moolly´s blooms Irish Pub, que aseguraba conocerla.
Su descriptiva sobre la Nº37 difiere, y mucho, de la que comentan aquellos que la conocían trabajando de camarera en el Lazy Ox Canteen.
Para empezar, la tía frecuentaba el Moolly´s casi todas las noches. Y la mayoría de las ocasiones, Fetch afirma que ella bebía grandes cantidades de alcohol, además confraternizando con unos trasnochados pandilleros locales que imitaban a los Hells Angels. Desconocemos si la Nº37 continuaba sus salidas nocturnas en compañía de tales pandilleros, a los que la policía ya está dando acoso.
Sí destaca Fetch que le llamaba la atención que a menudo la citada, dejaba las llaves de su coche sobre la barra del local mientras bebía, y eran éstas diferentes con mucha frecuencia. Tal dato corrobora que Evangelina Wassertrum incurría en el robo de autos de manera compulsiva.

En colaboración con el departamento de policía de Nueva Jersey, la USM está buscando viejas fichas policiales de adolescentes acusados de robos de autos durante los años 70 en Trenton. Podría haber alguna pista sobre la paciente y eso nos sería de gran ayuda, Murray.






No me cabe la menor duda que estamos ante un caso típico de psicópata que da rienda suelta a sus más oscuros deseos de manera prefijada y planeada pero siempre dentro de un esquema de vida común de ciudadano normal. La Nº37, si bien por el día servía hamburguesas y por la noche atropellaba transeúntes o asesinaba mediante accidentes a otros conductores, no es un caso de doble personalidad.

La doctora Bernat, en base a ciertos escritos explícitos que la Nº37 dejó en el centro, ha explicado que esta paciente sin duda alguna siente placer sexual cuando comete crímenes al volante de un automóvil.


Como ya habrás leído en las insanas notas de Wassertrum, esta mujer describe cómo “el comportamiento abiertamente enfrentado a la ley le comunicaba una euforia erótica que llegaba al punto culminante de resolución tras chocar su auto con el de otras personas y ver cómo éstos se estrellaban o se salían de la carretera”.
Más inquietantes aún son sus palabras recordando “el sobrecogedor orgasmo que sumergía mi reflexión en el impulso primario más bestial cuando, tras hacer estrellarse a un coche, volvía acelerando para rematar a los heridos”.
Parece ser que su acción es guiada por la presencia de un estímulo sexual intenso, que a su vez actúa como principio vertebrador de una manera de vivir como en el salvaje Oeste”, ya en boca de la Nº37.


Qué quieres que te diga Murray, me resulta aterrador que un ser humano disfrute viviendo de una manera tan salvaje. Más aún cuando no hay un desorden mental, sino más bien una profunda y básica psicopatía en sus resortes del pensamiento.
Bueno, tan sólo espero que las fuerzas de la autoridad la capturen tan pronto como sea posible y retiren esta amenaza mortal de nuestras carreteras. Dios Murray, cada vez que pienso en mi mujer Sara cuando conduce  para llevar a los niños a la escuela…

Te adjunto varios puntos del análisis de la Nº37:

1. Ausencia de autocontrol y de código axiológico.
2. Estimulación sexual mediante conducción suicida y criminal.
3. Doble vida sin doble personalidad. No episodios disociativos.

4. El vehículo automóvil como lejanía y relación con la muerte.