Gateway Hospital & Mental Health Center
( LOS ANGELES)
Echo Park
1891 Effie
St
Los
Angeles, CA 90026
Justificación:
Psicología criminalística
Paciente Nº 37
Psicopatología:
Psicopatía. Conductora asesina sin indicios disociativos.
Título:
Evangelina Wassertrum – 34 años – natural de Nueva Jersey?
Razón: Proposiciones
horizontales en la comisión de investigación de la Nº37
Detalles:
URGENTE – Fugada y en busca y captura por la Ley
Con fecha 10/
26/1981
Bueno Murray, se trata de
cuatro trabajadoras sociales y una enfermera asignada desde Florida. Todas
ellas llevan desempeñando sus labores asistenciales entre diez
y veintitrés años. En una carta remitida al presidente de la institución
federal, los jefes de la Unidad de Salud Mental pertinente refieren la
responsabilidad de estas mujeres.
Ya sabía yo que iban a rodar
cabezas con la fuga de Evangelina. No me parece justo en absoluto, más aún
cuando los responsables de la compañía de seguridad se han ido de rositas. Ya sé
que ese pobre hombre de Servymax al que la Nº37 asesinó en su fuga es algo
lamentable, pero indiferentemente a la negligencia del fallecido, la compañía
debería tener alguna responsabilidad en el asunto.
He hablado con la doctora
Bernat sobre todo esto, y no ha querido pronunciarse. Me da la impresión que no
le interesa en absoluto cómo ha ocurrido el
incidente, pero se muestra muy preocupada por lo que significa tener a la
Nº37 de nuevo en las calles.
Parece ser que Evangelina
Wassertrum trabajaba en una hamburguesería (Lazy Ox Canteen, en el 241) al menos durante el año inmediato anterior a
su detención. La doctora Bernat ha solicitado hablar con el propietario del
local para investigar más a fondo el perfil de la paciente.
Nada fuera de lo normal. Ése es el diagnóstico concluyente
tras hablar con el reducido número de personas
que la conocen. Alegre, amable, con buena salud, trabajadora y disciplinada.
Así la relatan todas las personas entrevistadas. Sobra decir que, si Evangelina
se movía entre dos mundos, el día y la noche, la USM y la policía tan sólo habían
llegado a entrevistar a aquellos que la conocían en un solo mundo, el del
escaparate de la sociópata: el del día, como joven camarera.
Tenía que haber alguien en
el mundo de la noche, que era donde la paciente desarrollaba sus actividades
criminales, que la conociera.
Y entonces llegamos a David Fetch,
regente del Moolly´s blooms Irish Pub, que aseguraba conocerla.
Su descriptiva sobre la Nº37
difiere, y mucho, de la que comentan aquellos que la conocían trabajando de
camarera en el Lazy Ox Canteen.
Para empezar, la tía frecuentaba
el Moolly´s casi todas las noches. Y la mayoría de las ocasiones, Fetch afirma
que ella bebía grandes cantidades de alcohol, además confraternizando con unos
trasnochados pandilleros locales que imitaban a los Hells Angels. Desconocemos
si la Nº37 continuaba sus salidas nocturnas en compañía de tales pandilleros, a
los que la policía ya está dando acoso.
Sí destaca Fetch que le
llamaba la atención que a menudo la citada, dejaba las llaves de su coche sobre
la barra del local mientras bebía, y eran éstas diferentes con mucha
frecuencia. Tal dato corrobora que Evangelina Wassertrum incurría en el robo de
autos de manera compulsiva.
En colaboración con el
departamento de policía de Nueva Jersey, la USM está buscando viejas fichas
policiales de adolescentes acusados de robos de autos durante los años 70 en Trenton.
Podría haber alguna pista sobre la paciente y eso nos sería de gran ayuda,
Murray.
No me cabe la menor duda que
estamos ante un caso típico de psicópata que da rienda suelta a sus más oscuros
deseos de manera prefijada y planeada pero siempre dentro de un esquema de vida
común de ciudadano normal. La Nº37, si bien por el día servía hamburguesas y
por la noche atropellaba transeúntes o asesinaba mediante accidentes a otros
conductores, no es un caso de doble personalidad.
La doctora Bernat, en base a
ciertos escritos explícitos que la Nº37 dejó en el centro, ha explicado que
esta paciente sin duda alguna siente placer sexual cuando comete crímenes al
volante de un automóvil.
Como ya habrás leído en las
insanas notas de Wassertrum, esta mujer describe cómo “el comportamiento abiertamente enfrentado a la ley le comunicaba una
euforia erótica que llegaba al punto culminante de resolución tras chocar su
auto con el de otras personas y ver cómo éstos se estrellaban o se salían de la
carretera”.
Más inquietantes aún son sus
palabras recordando “el sobrecogedor orgasmo que sumergía mi reflexión en el
impulso primario más bestial cuando, tras hacer estrellarse a un coche, volvía
acelerando para rematar a los heridos”.
Parece ser que su acción es
guiada por la presencia de un estímulo sexual intenso, que a su vez actúa como
principio vertebrador de una “manera de vivir como en el salvaje Oeste”, ya en
boca de la Nº37.
Qué quieres que te diga
Murray, me resulta aterrador que un ser humano disfrute viviendo de una manera
tan salvaje. Más aún cuando no hay un desorden mental, sino más bien una
profunda y básica psicopatía en sus resortes del pensamiento.
Bueno, tan sólo espero que
las fuerzas de la autoridad la capturen tan pronto como sea posible y retiren
esta amenaza mortal de nuestras carreteras. Dios Murray, cada vez que pienso en
mi mujer Sara cuando conduce para llevar
a los niños a la escuela…
Te adjunto varios puntos del
análisis de la Nº37:
1. Ausencia de autocontrol y
de código axiológico.
2. Estimulación sexual
mediante conducción suicida y criminal.
3. Doble vida sin doble
personalidad. No episodios disociativos.
4. El vehículo automóvil
como lejanía y relación con la muerte.
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