viernes, 19 de junio de 2015

Hacia el pasado por tierras de la Cuadriella de Turón

El 27 de Abril de 1973 se celebraba el acto de inauguración oficial de una serie de importantes instalaciones en la zona del Turón conocida como La Cuadriella, con un coste de unos 57 millones de pesetas de la época (342.000 euros), suponiendo una notable modernización y expansión estructural que haría incrementar la producción; el señor Del Río Iglesia, gerente de HUNOSA por entonces, presidía tal acto.



Avelino Rodríguez Suárez, fogonero y maquinista hasta Mayo del año 67, descubría ese día la placa conmemorativa en la inauguración de las nuevas instalaciones  de La Cuadriella, tras un discurso (grávido de solemnes palabras como se acostumbraba en aquella época) del director de la zona, el señor Felgueroso. La placa decía así: <>


Director de la zona en el acto de inauguración.
Foto: Revista HULLA, Abril 1973.


 Las obras de construcción de la nueva pista por la que empezaba a bajar el carbón desde La Rabaldana al lavadero comenzaron en Junio de 1972 para terminar en Enero del año 1973. La pista tenía 3 kilómetros de largo y un ancho de 7 metros, en el tramo de Cuadriella – San José, y 5 metros en el tramo San José – Santa Bárbara. Se construyeron dos puentes: uno en el Lago, con 13 metros de luz, y otro en Rabaldana, con 20 metros de luz. Las cintas en su recorrido tenían una longitud de 204 metros. El silo de almacenamiento, una capacidad de mil toneladas. Existían además conectadas a las cintas dos básculas: una de control de producción y otra de control de calidad. En resumen, se había dotado a la zona de La Cuadriella de esta nueva pista, una estación de cargue en San Víctor, nuevos camiones, señalizaciones, el taller de Cabojal y la nueva alimentación del lavadero.
En La Cuadriella estaban ubicadas en aquellos años las principales instalaciones del sector: silos, cintas transportadoras, lavaderos, talleres, central eléctrica, carpintería, almacenes, oficinas, economatos, etc. Fue la sede de la Gerencia y la Dirección y la residencia de los ingenieros, lo que convertía a La Cuadriella en el barrio más aristocrático, aunque su etimología resultase un tanto vulgar, pues el nombre proviene indudablemente del nombre de cuadra.



Fuente: Lavadero La Cuadriella. Revista Hulla, Abril, 1973.

Por: GUILLERMO MÉNDEZ ÁLVAREZ

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