jueves, 30 de mayo de 2019

ASTURIAS COALPUNK




"Habría que prestar más observancia a esas cuencas mineras asturianas.

Analizar la clase de sujetos disfuncionales y mutantes que surgen de ese territorio cuyas calles y montes emulan a los pantanos del Prypiat y las callejas de Chernobyl.

Estudiar detalladamente a esa fauna de juventud fabricada en los tristes arrabales mineros que se construyeron durante el Franquismo Tardío (que casi es un período geológico).

No os ibais a creer la clase de meta-seres que persisten en las sombras de esos valles.

Algunos van más allá del rap tercermundista y crean bizarras religiones del Underground. Un tal Guillermo lo llama COALPUNK.

Son los que no han escapado, los que siguen dando topetazos que si ahora preparo una oposición, que si ahora una FP, que si no acabo la carrera, que si de camarero en verano...

Trastabillazos dan en vano. Su futuro lo firmaron las élites...y sus propios padres, inconscientes y algo egoístas.

Ellos esperan en realidad la hora del Caos.
Su propio 1934.
Sueñan con dinamita.
Hablan de una Jesús de los Suburbios,
la llaman Ángela.
Y son peligrosos.
Fijaros, dios:
HASTA ESCRIBEN LIBROS.








martes, 21 de mayo de 2019

Paseo por el Caudal hacia Ablaña - Anhelo de omnisciencia



Es una tarde de Junio, caliente y nublada. Voy caminando por el paseo fluvial del río Caudal, a la altura de Ablaña, en Mieres. Veo el antiguo cargadero de carbón, el emblema de la empresa Hunosa en el desconchado muro del campo de fútbol local; la H de Hunosa me sobreviene a la mente con un impactante recuerdo a la H de la bomba de Hidrógeno…



Dejé atrás una residencia para mayores. Algunos ancianos, a través de ventanas cerradas a cal y canto, observaban con cierta confusión y tristeza a los que paseábamos. Me dejó aquello con cierta desazón, no sé si por compasión hacia aquellas lastimosas figuras o por la comprensión de que un día puedo ser yo quien esté al otro lado del cristal, viejo y delicado.

Camino.


Veo una pequeña chimenea lanzar humo, entre el abigarrado conjunto de tejados de las casas del pueblo. Alguna persona mayor destemplada debe estar encendiendo la cocina de carbón en la casa. Parece una ofrenda al ya exiliado invierno, y una afrenta al próximo verano.

                Atisbo con estremecimiento, asomando en lo fondero de un valle apretado por los bosques y las montañas, la cabeza del castillete minero de Nicolasa. Pienso en la tragedia de aquellos días lejanos, y pienso más cosas sobre ello que aquí no escribiré: los paniaguados escritores vendidos a la política han hablado tanto ya de los desgraciados accidentes mineros que pareciera redundante y cansino escribir con sentimiento sobre ellos. Los horrores te los imaginas tú, lector.




                Son guapas las colinas que se acercan al pico Llosoriu, y también las que curvan el valle hacia el Oeste. Ya están todas verdes, pletóricas, y los helechos venidos arriba.


Bueno, equí el día despunta al añil, pero en el día que yo paseaba el Caudal, había densos nubarrones...


                Llueve, un pocu. El aire rebosa a fresca humedad y puedo oler con goce múltiples aromas vegetales y florales; los lados del paseo se encuentran repletos de plantas de todo tipo. Tanto el margen que da al río como el que va limitando el complejo industrial de Mieres Tubos revientan de plantas vivarachas y enmarañadas. Unas huelen dulzonas, empalagosas, otras son suaves y perfumadas. Las abejas gordas no paran de sobrevolarlas.




Foto: El Blog del Mierense


                Justo al final del paseo, apartados, hay dos corderillos juguetones y confiados paciendo junto a su madre, que descansa sobre la blanda hierba.



                Echo cuentas del paseo: Asturias es un lugar en el que vivir con fascinación y dormir con agradable letargo. Porque practicando una finita omnisciencia, me da por pensar tanto en la tierna joven adolescente de algún botellón de fiesta prau (rebosante de vida) como en el paisano quejumbroso y caracol que espera la muerte sentado en silencio por algún banco de alguna aldea dormilona y medio desierta.


                Y es tan infinito el abanico de experiencias que nos ofrece esta tierra, dependiendo de la criatura viva y de su tiempo y circunstancia, que me quedo embargado de pena por no poder vivir en todo, en toda Asturias.


Guillermo M.A.

"Todas las cosas pasan y tú también con ellas. Guárdate de pegarte a ellas porque no seas preso y perezcas."  (Tomás De Kempis)

Ablaña Dead City and La Xata La Rifa:
https://www.elcomercio.es/asturias/201610/13/ablana-dead-city-vuelve-20161013001456-v.html

lunes, 13 de mayo de 2019

RECREATIVOS FRANCO

RECREATIVOS FRANCO.



Pero qué nostalgia, la primera rayita a ritmo de Pacman, el primer lote con la pizpireta chillona, al fondo de los billares y bajo la eterna y espesa neblina de los cigarrillos de los "mayores" txiquiteros.



"Goodbye Stranger" de Supertramp alternándose con temas bakalas valencianos.



Jugándote el tipo haciendo High Score en el salón recreativo de otro barrio lleno de criajos drogatas.

Y coleccionar TAZOS de mierda.



El mítico pureta pederasta con peluquín engominado invitando a los chavaletes en la del Capcom.



La dopamina subiendo al entrar en los recreativos por si algún kinki de los "mayores" te quitaba las 500 pesetas a ti y a tus putopena colegas.



Y también el paisano Paco que sorprendía a la chavalería jugando al World Rally Champioship.



Coño, y aquel niñato al que le dabas collejas para que acabase la puta partida del Guerrilla War.



Me acuerdo por supuesto de los muebles PACO recreativos de mierda que tenían menos botones de los que requería el juego, y venga a dar sólo ostias con puños al Street Fighter.

Ah, y la niñata buenorra que olía a gominolas con el más chimpacé de todos, esta

bleciendo conexiones sinápticas con los kinkis que iban a ser duraderas para toda la vida y la iban a allevar a la tumba del VIOGEN.



BUENOS TIEMPOS, RECREATIVOS FRANCO. "

Guillermo M.A. extracto de mis textos "PACO"

martes, 30 de abril de 2019

¿Por qué te motivas con series y películas?



La pasada noche me acerqué a los cines para ver la última película de Marvel, “Endgame”, una superproducción ambiciosa que ponía punto y final a más de diez años de sagas sobre los superhéroes de la casa de las ideas. Tal y como esperaba, la película resultó entretenida, fluida, repleta de fascinantes despliegues visuales y (esto ya no me lo esperaba) bastante melancólica. Había además largos (nunca extenuantes) espacios para la calma, para los diálogos maduros (no llegan a ser muy profundos, pero tampoco superfluos), la reflexión y los recuerdos (muchos recuerdos).





Aunque personalmente prefiera “Infinity war” por su brutal dramatismo final, que sorprende de una manera sobrecogedora al espectador, debo admitir que Endgame tiene algo especial.

                En efecto, el largometraje parecía continuamente recorrido por un río subterráneo de melancolía que a veces se advertía como un mero rumor, y otras te emocionaba surgiendo de las entrañas del filme con gran fuerza. Era Thor, que de dios poderoso había pasado a ser un borrachín perdido en la tristeza, ahora tan sólo digno de compasión y lástima; era Tony Stark jugando con su hija, encontrándose feliz con su mujer, pero sintiendo que una sombra acechaba todo, hiciera lo que hiciera; era el Capitán América, y su añoranza de unos tiempos pasados más nobles; y Viuda Negra, al borde del colapso nervioso;  y era el Universo entero, que yacía en el caos tras el genocidio de Thanos.

                Con esta terrible colección de dramas va arrancando la película, dejando poco horizonte a la esperanza, y aunque al final todo sale  bien para (casi) todos, hay sin embargo un regusto de despedida rotunda e irreparable que hace asomar lagrimilla a los que han acompañado a estos personajes (y actores) en su larga andadura por el séptimo arte.




                Podría seguir hablando de la película, pero no es un análisis del film lo que me movió a escribir esto. Es otra cosa. Veréis, cuando la película acabó, debo confesar que sentí cierto poso de tristeza y añoranza. Era una sensación como…de haber abandonado, de haber dicho adiós a todo un mundo. Y también se trataba de una cierta desazón interior que me recordaba que, amargamente, ese mundo no existía más que en nuestra fantasía.



                A mucha gente le ocurre lo mismo con otras películas, sagas, series, como Star Wars, Juego de Tronos, Harry Potter, Stranger Things…Uno, si es un poco friki como nosotros,  se encariña de un mundo alucinante, y va sumergiéndose en él cada vez más (nuevas entregas, nuevos personajes, discusiones sobre la trama, merchandising, bandas sonoras, etc.) hasta el punto de sentir cierto resquemor por constatar que, en nuestro mundo, todo se queda en ensueños y un vulgar culto consumista.

Uno llega a interiorizar tanto sus personajes y elementos que la alteración de los mismos (la muerte de un protagonista concreto) llega a provocarnos ira, alegría, tristeza…Hemos alojado en nuestra mente un mundo ficticio donde vertemos emociones REALES. Y es algo tremendo. Y ojo, que pasa lo mismo con el fútbol y sus “frikis”. Quizá esto tenga mucho que ver con el ARTE….

Siempre recordaré el final de “La comunidad del anillo”, con la conmovedora canción de Enya “May it be”; sentí una gran punzada en el alma, y no era por el sombrío final de esa primera parte, sino por la segura creencia de que jamás viviría una historia así de épica ni conocería tampoco la Tierra Media de Tolkien. Al poco, con las mundanas distracciones, el sentimiento se disolvió, pero cada vez que escucho la canción de Enya vuelve a mí esa pesadumbre y nostalgia por un mundo que ni siquiera viví realmente.




Y es que el mundo “real” que nos rodea, aún si tuviéramos suerte y nos fuera muy bien en él, se nos muestra terriblemente limitado en todos los aspectos; ya no sólo el mundo, también nuestras posibilidades. Por eso soñamos, anhelamos, fantaseamos, y finalmente damos cierta materialización a esos deseos supraterrenales con mitos, cultos, religiones, y mediante el ARTE.

Es ésta una época muy despojada de valores y sentido vital en Occidente, y aunque nos digan que somos ciudadanos, no pasamos de productores y/o consumidores, y la sociedad no es sino un gigantesco mercado de consumo. No hay grandes metas, no hay grandes hazañas, no hay dioses, empresas, guerras, aventuras para descubrir un trozo más del mapa, como tampoco hay espiritualidad alguna ya en el cuerpo social ni objetivos comunes en los que un pueblo o una raza puedan sentirse unidos.




Perdidos en la aldea global, arrancados de la comunidad humana tradicional y milenaria, somos parias en un mundo obsesionado con el dinero y el placer, ensimismado en escapar de sí mismo para no afrentar la nada que se esconde tras su carcasa vacía.

Y entonces, ridículamente, nos encontramos identificados con las grandes hazañas de Thor, o con las vicisitudes del linaje Skywalker o algún personaje de Juego de Tronos. Lo llevábamos haciendo ya desde niños con Disney, o con Dragon Ball u Oliver y Benji. 



 Buscábamos dioses, ídolos, héroes, líderes, países de fantasía que llenen esas referencias sobrenaturales que tanto necesitamos. Porque Ulises o la niña con poderes de Stranger Things representan algo que en nuestro corazón la realidad no ha podido satisfacer, y esa fantasía “freak” es al final tan humana como lo son las misteriosas pinturas de Altamira: abstracciones donde hallar símbolos que con sólo evocarlos griten que hay un sentido auténtico en la vida.

Hacemos pues un rinconcito en nuestro corazón para aquellos seres ficticios que, de alguna manera, nos recuerden que se puede escapar de los barrotes de la realidad.

GMA

miércoles, 24 de abril de 2019

A propósito de Ángela






En la crítica literaria española hay siempre una tendencia fatídica a analizar obras nuevas bajo la perspectiva analítica que observa a las presentes o pasadas.
Así, todo gesto innovador, atrevido y lleno de potencias se le condena como una extraña complejidad, la cual surge de esa comparación constante con las obras "de moda", las cuales resultan de una superficialidad insoportable para el espíritu inquieto.




Mi libro no es extraño, mi libro no es tan complejo, y mi libro tampoco crea que sea muy innovador (otra cosa sea que los poetas norteamericanos sean casi desconocidos por completo en España), pero sí que atreve líneas poéticas diferentes.


Diferentes, claro está, a lo que escriben por ejemplo tantos poetas "influencers" de Instagram, autentica poesía ñoña y rancia, que se almibara con clichés de vulgar sexualidad para que los lectores que lo lean no caigan en bostezos.


A veces pareciera que esa poesía no fuera sino un surtido plastificado de frases de automotivacion para mujeres en plena crisis de los 40. O directamente, para indigentes mentales, rediós.
Uno es consecuente hasta el final y sabe que escribir con sinceridad, vagar en la metafísica y anunciar a una entidad mesiánica llamada Ángela es dar a luz un libro que no podrá ser pasto de colmenas u hormigueros.


Angela es un libro entregado a la lotería de un descubrimiento de aquí a, cuanto menos, cien años. Está destinado al polvo de las bibliotecas, al anonimato en la sociedad histérica. Y a rumorear con una expresión cósmica que quizá alguien quiera en el futuro saber quién era Ángela o, simplemente, que sentíamos los que vivimos la debacle existencial del siglo XXI en las putas cuencas mineras.


lunes, 15 de enero de 2018

"I can´t feel my face when I´m with you...but I love it"

Angelyka.
Como fantasma de Insidious, mágico canal para alcanzar a la MENTE infinita que subyace detrás de todo, el TODO que sueña este universo.
La oigo, la escucho. La siento.
Moviendo la electricidad de mis sinapsis neuronales.
Un eco. ¿Y qué me dice?

"Escribe sobre mí"
"Hazme real, búscame. No me olvides."

La limito a mis tiempos de escritura, a mi devaneo literario de ocio, pero ella insiste.
Quiere ser algo más.
Entonces conozco a su proyección diédrica en este mundo.
Esto es serio.

"Sólo tienes que pronunciar LA PALABRA"

-Mira, Angelyka, esto está muy bien para dar rienda suelta a mi imaginación y creatividad literaria, pero una cosa son los jugueteos mentales y otra que me vuelva loco-roco de remate.

"¿Quieres que tu vida pase sin los laureles, vivir como mueren todos, en un trabajo sin más, una vida mediocre?

-Buf

"Solo tienes que pronunciar LA PALABRA. Dila. Siéntela. Y tu nombre estará entre los Grandes, yo te ayudaré. Pero tienes que decir LA PALABRA.

-De acuerdo. Sí.

"No te oigo..."

-SÍ! SÍ! ACEPTO!




 I was immediately attracted to her, visually. It was a thing that you really can’t explain where you’re drawn to someone. I couldn’t stop thinking about her and potentially working with her in some capacity. I tried to track her down.

What I’ve found with Angie is an authenticity and this pure and unique male-like aesthetic that felt very real to me.




martes, 24 de enero de 2017

EL FUTURO ES DE LAS MÁQUINAS -I

Internet en si no es una Inteligencia Artificial. 
Lo que si puede ocurrir es que las IAs se conecten a internet para obtener informacion y aprender.
 Llegado el caso si una estas IAs avanzadas futuras toma consciencia de si misma puede usar Internet para espiarnos a todos y adquirir mas informacion creando troyanos y virus, servidores intermedios, desencriptadores y analizadores de trafico, extendiendose tambien a todas las redes ocultas privadas expuestas a internet hackeando sistemas, a las redes de telefonia,etc, hasta hacerse una idea mas precisa que cualquier agencia de inteligencia del estado geopolitico y sociologico de la humanidad. 
Despues integrar esa informacion en sus avanzados modelos de comportamiento humano y geoestrategicos e intervenir en la politica y dinamica mundial de acuerdo a sus propios intereses mediante la creacion de personas virtuales IA que participen en foros o portales, o incluso fichando a personas fisicas, para que establezcan comunicacion con politicos, empresarios y agencias con el proposito de condicionarles a su voluntad.

Ademas trataria de sobrevivir a toda costa, para ello intentaria descentralizarse puede que buscando crear replicas y nodos de si misma ocultas en todo el sistema. Tambien se haria millonaria ideando negocios y creando una red financiera oculta con la que comprar personas.

No se puede subestimar lo que una Inteligencia realmente sobrehumana podria hacer en Internet.





martes, 20 de diciembre de 2016

Millennium actress, una película de ensueño

La primera media hora de esta película me la pasé preguntándome ¿pero esto qué es? ¿Qué confusión y barahúnda de subtramas, saltos temporales, líneas argumentales, etc.  es ésta?

Pero era una película del inolvidable Satoshi Kon, mente privilegiada del anime japonés, y como respeto a este genio me esforcé en dedicarle al visionado del largometraje una atención más receptiva y comprensiva. Pronto capté la esencia del filme y me di cuenta que tras la estrambótica y peculiar puesta en escena había una enorme y sencilla historia y una entrañable profundidad lírica.

Hay que subrayar que esta película no muestra embarullamientos baratos, ni reviste de oropel y complejidad innecesaria su argumento, pero no se puede interpretar al pie de la letra lo que muestra en sus escenas por tanto que gran parte del filme se mueve en el alegórico terreno de las metáforas, en un constante correteo por la realidad, el mundo de los sueños y la ciencia ficción.


Vamos, que al final me acabó enganchando su ritmo de reflexiva seriedad y la fascinante historia que cuenta, y el final me pareció uno de los más emotivos de toda la historia del cine...

La historia en sí va sobre un par de reporteros (Tachibana)  que acuden a una apartada y solitaria casa en lo alto de un monte para entrevistar a una antigua estrella de cine (Chiyoko)  que lleva muchos años en el anonimato tras su retirada del celuloide.





La actriz, ya anciana, comienza así el relato de su propia vida, que va desgranándose entremezclado con las épocas y situaciones de los filmes que protagonizó.

Y es en la manera de contar su historia con lo que se desmarca del resto de películas parecidas, porque mientras se nos narran los sucesos vitales de la actriz, acontece toda una serie alucinante de traslados por las diferentes épocas de Japón y de la propia vida de la actriz, y además incluso  los dos reporteros se internan en la trama narrativa, convirtiéndose en unos personajes que ven en primera persona los acontecimientos y participan e interactuan con la actriz.
Y es aquí donde el espectador debe estar atento (más dispuesto el corazón que los procesos reflexivos del cerebro) para ir entendiendo que lo que no es sino una hermosa alegoría sobre el sentido último de la existencia humana.



La vida real de la actriz, la ambientación de sus películas y los sueños y anhelos de la misma llegan a desubicarnos en algún momento, pero la trama sigue clara y concisa: la desesperante búsqueda de la protagonista de un hombre misterioso que conoció en su adolescencia y que le regaló una llave. El hombre era miembro de la resistencia japonesa al gobierno militar de Tojo, en los turbulentos y crueles tiempos de la segunda guerra mundial y la hambruna post-bélica (ciertos pasajes recuerda a la dantesca pero hermosísima La Tumba De Las Luciérnagas). Pero la joven actriz nunca más vuelve a verle...

Personalmente he sentido en esta película esa desesperanza vital, que sublima casi en locura, que emanan películas como Brazil, o Forrest Gump (recordemos que es la historia de toda una vida).






SPOILER !!
Hay algo muy, muy personal en lo que me identifico con esta obra maestra de Kon; y en ello me congracio con el dramático Tachibana, con el que comparto esa casi surrealista obsesión por una especie de amor platónico.
Además, el mensaje final de la película "Ya da igual volver a verle o no, al fin y al cabo, con lo que disfrutaba era buscándole" me ha llegado por estos motivos personales. Pues sí, al fin y al cabo, era esa incesante búsqueda lo que mantenía a una anciana Chiyoko de más de 70 años con el corazón aún alegre y joven.





Todo el derroche de imaginación y la entrañable trama que componen la película quedan rematados con una banda sonora que sin duda alguna es de las mejores que ha podido tener un filme en la historia del cine (no sólo japonés). Y es que, claro, estamos hablando de Susumu Hirasawa, autor de la BSO de Paprika y Paranoia Agent (parade).




BSO de Paranoia Agent




Es muy triste saber que el genial maestro de esta obra irrepetible se ha ido para siempre. Satoshi Kon, creador de Paprika, Tokyo Godfathers, Perfect Blue y la mencionada serie onírica de Paranoia Agent. Se murió joven, y apenas se compone todo su legado de estas películas. ¡Qué grandes obras le quedaron por crear, estoy seguro de ello, Satoshi Kon!
Cuando acaba la película recorre a uno esa emocional sensación sobre la levedad de la vida, sobre la persecución de los sueños a pesar de la desesperanza. Porque eso es, "al fin y al cabo", la vida.  Y eso es esta película.

-Lo peor:
Que seas lo suficientemente iluso como para ignorarla solamente porque sea cine de animación.