martes, 26 de julio de 2011

Mañaneo Black Week

Ni un número de móvil, ni un tuenti, nada. Acaso dos nombres de todos ellos; Mario, Carla.
 Toda la mañana al mañaneo, desfile de estrambóticos y bohemios de ocasión, situaciones surrealistas. Quizá perdición.
El día nos cayó en la playa por el paseo de Gijón, el respirar era profundo, henchido de sobrecogedora alucinación.
Me alejé al final del nuevo (y fugaz) día que era Domingo,
que era un pasaje vertiginoso, concepción relativa del tiempo (¡vaya que sí!),
que era excentricidad, que era la sonrisa pícara de España con nosotros,
que era sueño, realidad, ¡que se yo!.
Desperté en el paseo junto a ellos, y no sé porqué no me despedí, quizá no quise despertarlos ¡oiga que se yo!, pero me alejé.
Mire atrás y los vi allí dormir, con sus perros y sus flautas, sentí un poco de compasión, ¡qué se yo porqué!.
Quizá no los vuelva a ver jamás, pero em quedo con la sensación de todo un mundo extraño, ahí justito al lado oye, ahí en la cuneta, entre el barro, en el arcén. Lo visito mucho, ¡y sé bien porqué!.

GMA

2 comentarios:

  1. Anders Behring Breivik26 de julio de 2011, 9:16

    ! Oiga que se yo ¡ Jjajaajaja sublime Sir William

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  2. Gracies tio, xr anda q la has liao parda x Noruega! xD

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